Esta característica es una de las principales ventajas de las S.L., ya que protege el patrimonio personal de los socios y limita el riesgo empresarial.
Ahora bien, de acuerdo a lo previsto en la Ley de Sociedades de Capital (LSC) y demás normativa tributaria, con frecuencia, los administradores y apoderados de sociedades se encuentran con reclamaciones o demandas de derivación de responsabilidad, pretendiendo cobrarles deudas societarias (especialmente la Agencia Tributaria y la Tesorería de la Seguridad Social, así como otras entidades que han visto impagados sus créditos).
Para evitar esto, es importante cumplir con las exigencias de la propia normativa tributaria, presentando las correspondientes declaraciones; cumpliendo además con la normativa de presentación de CCAA en el Registro Mercantil. El simple incumplimiento por la no presentación ya es motivo sancionable frente al administrador o apoderado.
Es fundamental conocer las alternativas que pone en nuestras manos la normativa mercantil, posibilitando la presentación soluciones alternativas que permitan dar soluciones a problemas de crisis empresarial. Todo encaminado a evitar cualquier derivación de responsabilidad.
Importancia de entender la responsabilidad de los socios:
Es fundamental que los socios de una S.L. comprendan bien sus responsabilidades para poder tomar decisiones informadas y proteger su patrimonio personal.
Entender la responsabilidad de los socios también es importante para la gestión de la empresa, ya que los socios deben actuar de manera responsable y diligente para evitar incurrir en responsabilidades adicionales.
Es relevante tener en cuenta que, desde el 19 de octubre de 2022, el capital mínimo para constituir una sociedad limitada es de 1 euro. Sin embargo, si el capital social es inferior a 3.000 euros, los socios responderán solidariamente de la diferencia entre el capital aportado y los 3.000 euros en caso de que la sociedad se liquide y su patrimonio sea insuficiente para pagar sus deudas.