En el ámbito fiscal español, los autónomos que ejercen su actividad por estimación directa normal o simplificada pueden deducir en su Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) las amortizaciones de sus activos fijos tangibles (inmovilizado) adquiridos a partir del 1 de enero de 2002.
La normativa que regula el tratamiento fiscal de las amortizaciones para autónomos se encuentra en el Real Decreto 1031/2017, de 27 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y de Normas de Contabilidad, Gestión y Auditoría, en particular en los artículos 132 a 136.
Activos amortizables
Para ser considerado amortizable, un activo fijo tangible debe cumplir los siguientes requisitos:
- Adquirido a título oneroso: El autónomo debe haber comprado el activo.
- Afecto a la actividad: El activo debe ser utilizado en el desarrollo de la actividad económica del autónomo.
- Útil durante más de un año: El activo debe tener una vida útil superior a un año.
- Valor superior a 300 euros: El coste de adquisición del activo debe ser superior a 300 euros.
Métodos de amortización
Los autónomos pueden optar por dos métodos para calcular la amortización de sus activos fijos tangibles (inmovilizado):
- Método de la estimación simplificada: Este método se basa en la aplicación de coeficientes de amortización predefinidos para cada grupo de activos, según lo establecido en el Anexo 1 del Real Decreto 1031/2017.
- Método de la estimación directa normal: Este método permite a los autónomos utilizar cualquier método de amortización reconocido a nivel contable, siempre que este refleje de forma más fehaciente el patrón real de desgaste del activo.
Cálculo de la amortización
Método de la estimación simplificada
Para calcular la amortización anual de un activo utilizando el método de la estimación simplificada, se deben seguir estos pasos:
- Identificar el grupo de amortización: Consultar el Anexo 1 del Real Decreto 1031/2017 para determinar el grupo de amortización al que pertenece el activo.
- Obtener el coeficiente de amortización: Localizar el coeficiente de amortización correspondiente al grupo de amortización identificado en el paso 1.
- Aplicar el coeficiente al coste de adquisición: Multiplicar el coeficiente de amortización por el coste de adquisición del activo para obtener la amortización anual.
Ejemplo: Un autónomo adquiere un ordenador por un importe de 1.500 euros y tiene una vida útil estimada de 5 años. Según el método de la estimación simplificada, el ordenador pertenece al grupo de amortización 11 («Equipos de oficina y tratamiento de la información») y tiene un coeficiente de amortización del 26%. Por lo tanto, la amortización anual del ordenador sería de 390 euros (1.500 euros x 26%).
Método de la estimación directa normal
Si el autónomo opta por el método de la estimación directa normal, deberá calcular la amortización de cada activo de acuerdo con el método de amortización elegido, como el método lineal, el método de cuotas constantes o el método de unidades de producción.
Contabilización de la amortización
La amortización de los activos fijos tangibles (inmovilizado) se contabiliza como un gasto por depreciación en el resultado del ejercicio del autónomo. Este gasto reduce la base imponible del IRPF, lo que significa que el autónomo pagará menos impuestos por sus beneficios.
Ventajas de la amortización
La amortización de activos fijos tangibles (inmovilizado) ofrece a los autónomos las siguientes ventajas:
- Reducción de la base imponible del IRPF: Permite pagar menos impuestos por sus beneficios.
- Recuperación de la inversión: Permite recuperar el coste de adquisición del activo a lo largo de su vida útil.
- Mejor reflejo de la realidad económica: Refleja de forma más precisa la situación financiera del autónomo.