El número VAT permite identificar a la empresa. Es como un DNI fiscal para las empresas que operan en la UE. Permite a las empresas y a las autoridades fiscales saber quién está detrás de cada transacción comercial, y facilita el seguimiento de las obligaciones fiscales y juega un gran papel en la lucha contra el fraude fiscal a nivel nacional e internacional.
Asimismo, permite gestionar las obligaciones fiscales del IVA, como solicitar la devolución del IVA en otros países de la UE, aplicar el tipo de IVA correcto en sus facturas, o presentar las declaraciones de IVA correspondientes.
Es muy relevante en las transacciones comerciales intracomunitarias, pues es obligatorio para las empresas que venden a distancia a clientes en otros países de la UE, las que reciben servicios de proveedores en otros países de la UE, y las que importan o exportan bienes de la UE.
Por otro lado, simplifica los trámites administrativos y reduce los costes para las empresas que operan en la UE. Además, al permitir a las empresas identificar fácilmente a sus socios comerciales, facilita la cooperación y la colaboración entre empresas de diferentes países.
En definitiva, el número VAT es una herramienta esencial para las empresas que operan en la Unión Europea. Permite a las empresas cumplir con sus obligaciones fiscales, realizar transacciones comerciales de forma segura y sencilla, y beneficiarse de las ventajas del mercado único europeo.